Es la 1:30 de la tarde y los alumnos de la orquesta toman sus cosas, reciben la última instrucción de la directora y van hacia la puerta del salón del Parque Gabriela, la clase ha terminado luego de casi dos horas de arduo ensayo, y es así, sábado tras sábado, que los jóvenes de la Orquesta Sinfónica de Puente Alto asisten incansablemente a los ensayos. Y es que la pasión por la música es tanta que los alumnos están dispuestos a todo por seguir en este camino.
El grupo que hoy dirige Lorena Vergara viene trabajando desde el año 2008, año en el cual la directora llegó a formar la Orquesta Sinfónica de Puente Alto, resultado de la fusión de las dos orquestas que antes ya existían en la comuna. Han tocado en el Teatro Municipal, han sido invitados a abrir el festival de Santiago a Mil, también han tocado en Temuco, La Serena y San Fernando.
Lorena nació en Puente Alto, sin embargo, ha vivido en Arica toda su vida ya que su padre estaba a cargo de la Escuela de Música de la Universidad de Chile en esa ciudad, de él, cuenta Lorena, nació su pasión por la música. Es clarinetista egresada de la Universidad de Chile y ha cursado magister en Música Latinoamericana y en Pedagogía, además es licenciada en Artes en la misma universidad, y actualmente está sacando un postgrado en Dirección de Orquesta. Además, Lorena es madre de tres hijos, vive en Los Andes y viaja a Santiago constantemente para hacer clases en la Universidad Mayor y acá en Puente Alto.
Además de enseñar música clásica, la directora quiere que sus alumnos aprecien y den a conocer obras de directores nacionales emergentes, así como también interpretar música latinoamericana, para llevar a los escenarios las raíces de lo mejor de lo nuestro.
Si bien el camino de Lorena para consagrarse como directora no ha sido fácil, la pasión que pone en cada ensayo ha sido el motor para seguir adelante con este grupo de jóvenes. Para ella, “el que ama algo, no trabaja haciendo algo, uno ama lo que hace”, ese es el mensaje que la directora quiere dejarle a los jóvenes de Puente Alto.
Lorena cuenta que la Orquesta Sinfónica ha avanzado mucho en los últimos años, gracias a la Municipalidad la cantidad de profesores ha aumentando. Cuando ella llegó contaba con cinco profesores, ahora son veinte. “Es un privilegio que esto exista y que se haya dado acá, ojalá perdure y hay que cuidarla, toda la comuna tiene que ayudarme a cuidar esto porque es algo maravilloso”, dice emocionada la directora, quien volvió a la comuna de su infancia a sacar a relucir los mejores talentos de Puente Alto.
Los alumnos de Lorena no sólo han tenido la oportunidad de explotar su talento musical en la orquesta, las largas jornadas de ensayo, las clases y los retos comunes por cumplir han formado un lazo de amistad que se fue construyendo gracias a la música.
Paula y Pablo tienen 21 años, son de los alumnos más antiguos, ambos son estudiantes universitarios, ella de Literatura Inglesa, él de Derecho. Sus vidas se dividen entre las horas de estudio y las jornadas de ensayo, sin embargo, ambos están de acuerdo en que pertenecer a la Orquesta Sinfónica de nuestra comuna le ha dado un “plus” a sus vidas.
Paula toca violonchelo y su sueño es seguir perfeccionándose en la música, no perder el lazo que tiene con este arte y estar en la orquesta hasta cuando más pueda, ser un aporte para el grupo y llegar lo más lejos posible con ellos.
Pablo, por su parte, toca la viola y divide su tiempo en clases particulares de viola, la orquesta y su carrera de derecho. Lo que el Pablo quiere es seguir avanzando en el camino de la música, crecer lo que más pueda con el instrumento y no separarse de la orquesta, crecer y hacerla crecer. “Acá hay mucho material, hay harto futuro y una muy buena proyección para seguir trabajando”, cuenta, quien además confiesa que su sueño es viajar fuera del país con la orquesta.
Intercambio de directores
Durante marzo, Lorena Vergara se trasladó a Estados Unidos para dirigir la orquesta de la Universidad de Northwestern durante una semana, mientras tanto el director de allá se trasladó a Chile a dirigir la Orquesta de Puente Alto.
“Fue fantástico, iba con miedo pero cuando llegué allá fue una experiencia mucho más agradable, la disfruté mucho. Era como estar en casa, los músicos aplaudiendo de píe y entendiendo que uno tiene mucho que enseñar”, cuenta Lorena quien será reconocida por su trayectoria como directora, como mujer, en el teatro Baquedano el seis de mayo.
Mientras Lorena estaba en Estados Unidos, la orquesta siguió trabajando con David, director de la orquesta de la universidad de Northewestern. Los alumnos relatan que fue un proceso de aprendizaje mutuo, tanto director como alumnos aprendiendo de sus formas de hacer música.
“Fue una muy buena experiencia, no sólo por el tema musical, sino también cultural, porque uno se da cuenta como es la gente que viene de otro país. Yo aprendí mucho de él”, cuenta Paula.
“La experiencia fue motivante, pero al a vez compleja, era complicado entender lo que él quería expresar, fue difícil el proceso, pero muy entretenido y David fue muy simpático con nosotros. Excelente el trabajo que se hizo”, dice Pablo.