Luego del reciente fallecimiento de su dueña, el local puentealtino promete seguir atendiendo a sus clientes con la misma amabilidad de siempre.
En Puente Alto se reconoce el comercio local. Hay negocios de todo tipo que los puentealtinos los señalan como parte de la historia del crecimiento comunal, tal es el caso de Carnes Miro, una carnicería que se instaló hace más de 50 años en el centro de la comuna.
Miro Ulloa y Adriana Bahamondes fueron los puentealtinos que, “hace 56 años instalaron una carnicería pequeña en el centro de Puente Alto, que después fueron cambiando de local, pero siempre dentro de la comuna”, comenta Francisco Ulloa, hijo del matrimonio y actual dueño de la empresa, junto con su hermano Claudio Ulloa.
Este local de Puente Alto se reconoce por “la calidad de los productos, porque trabajamos con cosas hechas por nosotros mismos, como las cecinas y las prietas que siempre la gente compra”, afirmó Ulloa, agregando que, “por eso la gente reconoce este trabajo, porque desde el comienzo mis papás fabricaron todo”.
Una familia dedicada al negocio
El nombre de la carnicería se debe a uno de sus dueños, quien falleció en el año 1990, dejando a su esposa, Adriana Bahamondes, a cargo de todo el local, quien junto a sus dos hijos pudo mantener Carnes Miro en el corazón de Puente Alto.
Hasta este 2023, Adriana estuvo al mando de la carnicería puentealtina, pero el 6 de septiembre se dio a conocer que había fallecido, dejando a sus dos hijos a cargo del negocio familiar y el legado de la carnicería de preferencia de muchos puentealtinos.
Pese a que los creadores de Carnes Miro ya no se encuentran en este plano, su familia afirma seguir respondiendo a los requerimientos de sus clientes, con la misma amabilidad, cercanía y buen servicio de siempre, junto a los más de 50 trabajadores y sus característicos productos.