La falla de San Ramón, se trata de una falla geológica inversa y activa, con una extensión de 50 km de largo, pasando por las comunas de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto. Incluso, nuevos cálculos afirman que se prolonga hasta Lo Barnechea y Pirque.
Posee 15 km de profundidad, bajo el frente cordillerano hasta la superficie. Lo que hace es montar el bloque de la cordillera sobre el valle central de Santiago y durante este proceso se suelen generar sismos y terremotos.
Se estima que más de tres millones de personas serían afectadas en un evento telúrico en esta falla, siendo Puente Alto la comuna que tendría más daños, pues el 61,8% de su población vive en ella o cerca de ella.
Según estudios de las últimas dos décadas, esta falla es capaz de generar terremotos de magnitudes 7,2 – 7,5, que además preocupa por la gran cantidad de edificaciones que hay en su superficie, las que incluyen residencias e incluso hospitales.
Según Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica y académico de la U. San Sebastián “Un 55% de la falla está urbanizada, por lo que se hace muy necesario evitar que en el 45% restante se siga edificando’’.
Algunas estructuras importantes de Puente Alto y alrededores que podrían verse afectadas en caso de que la falla presente un alteración grave, son: La planta de Aguas Andinas de las Vizcachas, que podría afectar el abastecimiento de agua de la ciudad. Asimismo, el mall Plaza Tobalaba, que presenta una gran concentración de gente.
