Puente Alto es un lugar con una rica historia y así como ya hemos contado del Castellón, El Caballo de La Plaza y muchas más, ahora nos enfocamos en la Farmoquímica, ubicada a un costado de “La Papelera”, en avenida Eyzaguirre.
Hoy este lugar parece abandonado, sin embargo, es de propiedad de la misma CMPC. Llama la atención por su enorme infraestructura que necesitará mucho esfuerzo para destruirla.
Para conocer más de su historia, nos reunimos con Santiago Navarro, quien trabajó durante todos los años en que funcionó la planta en Puente Alto, por lo cual es voz autorizada para hablar sobre ella.
“Su primera sede se construyó en 1837 en Valparaíso gracias a un italiano de apellido Mongiardini, quien luego vende esta llamada “botica” a la empresa alemana DAUBE, que tras el fin de la 2ª Guerra Mundial la deja en manos de la CORFO. A partir de ahí se llamó Farmoquímica del Pacífico”, comentó Santiago Navarro.
La llegada a Puente Alto
La Farmoquímica decidió en una etapa fabricar agua oxigenada y así se construyó en Puente Alto durante la década del 60 y fue inaugurada durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva. Su diseño y construcción fue realizado por el conocido arquitecto chileno llamado Sergio Alemparte, quien también fue el arquitecto del Costanera Center. En su época de mayor producción tuvo 40 funcionarios.
Santiago Navarro comentó que la planta se instaló en Puente Alto por la necesidad de ubicarse en un lugar alejado de la gente, donde existiera gran alimentación eléctrica y de agua para poder producir agua oxigenada. “Todo esto era potrero, la calle Eyzaguirre era un callejón para carretones, no existía ni el autódromo en las Vizcachas. Estaba la Papelera, quien se interesó mucho que en Chile se hiciera el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) porque el papel se blanquea con agua oxigenada). Ahí nació la relación, porque la papelera tiene una planta productora de electricidad en Pirque y tiene posesión del canal Eyzaguirre”.

Su infraestructura
La torre es de aproximadamente 42 metros cuadrados y de altura tiene 13 metros, con tres pisos que eran parte del proceso de la fabricación del agua oxigenada. Está lleno de ventanas, pequeñas porque servían para que pudiera salir el vapor que irradiaba de cada columna.
Santiago Navarro comenta que,“La torre es bunquer y eliminarla es muy cara. Tiene vigas de 60 x 80 de puro concreto y fierro”.
El ocaso
La planta de Farmoquímica quebró en dos meses, cerrándose a inicios de los 90 cuando los estadounidenses ingresaron al país una réplica del agua oxigenada, vendiéndole un 75% más barato, dejando a 40 personas sin trabajo. Tras esto, bajo la administración de nuevos dueños se comienza fabricar jabón, pero también tuvo malos resultados, por lo que el terreno pasó a manos de un banco prestamista. “Ese terreno el banco lo remató y lo compró el dueño del fundo Los Coipos, que la transformó en acopio de maderas, pero con el tiempo dejaron de vender maderas y lo compra la Papelera que en estos momentos está ocupando el sitio para estacionar los camiones de transporte”, comentó Navarro.
Precisamente la última actividad que hubo en el sitio fue la venta de madera, pero desde el 2000 que es un sitio sin vida, que ha sido rayado. Ahora le corresponde a la Papelera determinar que se hará en dicho lugar, al menos lo último que se supo es que existe un proyecto para tratar de refaccionarla y darle vida, tratando de que sea nominado un monumento histórico arquitectónico de Puente Alto.