Las generaciones jóvenes de Puente Alto hoy pueden gozar de una conectividad mucho más rápida con Santiago y los alrededores de la comuna. El Metro llegó a nuestras vidas como señal de progreso para algunos y de decadencia patrimonial para otros, pero a pesar de todas las opiniones al respecto, lo único cierto es que los jóvenes puentealtinos no tuvieron el privilegio de conocer cómo fue la historia ferroviaria de nuestra comuna en el pasado. Un pequeño tren, que no duró mucho, pero que sin duda unió a muchas familias, transportó trabajadores y trajo turistas a nuestras montañosas postales. Puente Alto al fin se hacía conocido por sus paisajes, gente y tradición de campo.
Lo que fue un sueño pensado desde antes del siglo XX por ingenieros chilenos, Enrique Meiggs, Mr. Dubois, Alberto Lira Orrego, entre otros, se convirtió en realidad e Incluso fue inspiración para que Benjamín Vicuña Mackenna escribiera “A través de Los Andes”, hablando precisamente del tema y de la importancia de construir una línea de ferrocarril transandino a través del Cajón del Maipo. Posteriormente el Estado Mayor general de la República después de un detenido estudio de los pasos de cordillera manifestó al gobierno la necesidad de construir este ferrocarril hasta el punto denominado Las Juntas próximo al Volcán. El estado mayor recomendaba esta obra como una medida estratégica en el caso eventual de un conflicto con la República Argentina.
Pasaron años de investigación, recorridos y proyectos del extinto Ministerio de Ferrocarriles, y al fin en 1906 comenzaron las obras de construcción, las que terminarían en 1910 para comenzar a funcionar en marzo de ese mismo año. La ruta inicial del tren llegaba hasta El Canelo, más tarde, en 1911, hasta El Melocotón y en 1914 hasta El Volcán.
En un principio, la tracción estuvo a cargo de pequeñas locomotoras alemanas marca Koppel, las que arrastraban vagones de carga planos, reja y bodega, además de angostos coches de pasajeros construidos en madera, de los cuales hubo en 1ª y 3ª clase y un pequeño buscarril. Algunos meses antes de su cierre definitivo, el ferrocarril contó con una flota de cuatro locomotoras diésel marca Jung, fabricadas en 1976, las que quedaron finalmente guardadas con muy poco kilometraje.
El servicio de este ferrocarril fue acortado alrededor de 1980 hasta San José de Maipo. En 1985 se cerró definitivamente y se levantó por completo la vía, aunque aún se conservan los terraplenes, puentes y el túnel Tinoco, ubicado al oriente de San José de Maipo.
Actualmente la historia del FC Puente Alto, está conservada en la memoria de las personas que tuvieron el honor de mirar la cordillera por las ventanas de la locomotora. La memoria no nos hará olvidar la belleza de las estaciones floridas, el patrimonio de la comuna no podrá desaparecer tan fácilmente de nuestros corazones.
Por: Valentina Deneken