Este mito es bastante común, el agua con limón es una bebida que favorece la pérdida de peso, debido a que desintoxica el organismo, disminuye la retención de líquidos y aparentemente acelera el metabolismo.
Y es que la vitamina C o ácido ascórbico posee propiedades antioxidantes; participando en la protección de la célula frente a radicales libres, además de participar en la síntesis de colágeno y favorecer la absorción de hierro proveniente de los alimentos.
Sin embargo, a pesar de estas propiedades, no tiene efecto alguno sobre la quema de grasa. Menos aún de modo focalizado a nivel abdominal, existiendo nula evidencia científica que avale este popular mito.
Por ello, la Nutricionista Ana Toledo destaca que el contenido de vitamina C de esta bebida no alcanza a cubrir siquiera la ingesta diaria recomendada por sí sola. Lo que hace que esta costumbre y creencia sirva tan solo para disfrutar del sabor de una limonada.
Según la especialista, beber agua tibia con limón en ayunas NO SIRVE para bajar la grasa abdominal, pero es beneficioso por poder antibacteriano.