La actual candidata por el distrito 12 conversó con Portal Puente Alto sobre sus motivaciones y propuestas para la nueva constitución.
Valeria Ortega fue una de las 19 candidatas independientes oficializadas por Servel el pasado 23 de enero. La actual integrante de Voces Constituyentes vive en Puente Alto hace 19 años y su candidatura se levanta para ganar un terreno que durante años se ha quitado a los jóvenes: la participación política.
Valeria tiene 19 años y es estudiante de Derecho en la Academia de Humanismo Cristiano. Actualmente, vive en el sector de Plaza Viva en el Sector de la Avenida San Carlos. Cursó sus estudios en los colegios San Carlos y Alicante del Valle, ambos en la comuna.
Fue presidenta del Centro de Alumnos de su colegio en 2019, para luego integrar el comando juvenil por el Apruebo de Puente Alto en 2020. Según comenta, allí realizaba campañas por el plebiscito, ya que tenía la convicción de que Chile requería una nueva Constitución.
Posteriormente, el comando se transformaría en Puente por la Constituyente, desde donde pudo levantar su candidatura y luchar por sus ideales. En este periodo ha trabajado con otras organizaciones y ha participado en alianzas vecinales para lograr un trabajo territorial que abarque las necesidades de Puente Alto.
Es scout desde los 11 años.
Los jóvenes importan
- ¿Por qué decidiste ser constituyente?
Lo que me motivó fue representar a las juventudes. Hemos concluido que si esta Constitución no considera candidaturas jóvenes terminará escrita por los mismos de siempre: hombres cisgénero, con plata y altos estudios que no representan a la mayoría de la población.
Queremos llevar una candidatura que represente a las personas que suelen ser dejadas de lado para las discusiones políticas. El adultocentrismo nos dice que no sabemos nada, cuando en verdad se ha demostrado desde la marcha de los pingûinos y el estallido social que son los jóvenes los que están al pie de la lucha en los cambios para este país.
- ¿Qué opinión te merece el estallido social y todo lo que significó?
Creo que era necesario. El pueblo llevaba años gritando que quería un cambio y no se tomó en cuenta. Lo que no se considera se acumula y estalla de forma súper violenta, pero fue porque el Estado no se dedicó a escuchar a su gente. Era necesario por la falta de comprensión y soluciones estatales.
- ¿Y el hecho de que los jóvenes lo hayan impulsado?
Súper bien. Creo que los jóvenes tienen una forma de ver el mundo sin miedo. La dictadura dejó el miedo a la representación, pero como no lo vivimos no tenemos ese miedo al cambio y a pelear por lo que se quiere.
Me parece excelente que ellos hayan dicho “basta” a los abusos. Si bien, esos 30 pesos no afectaron a los estudiantes, sí lo hicieron a nuestras familias: eran 30 pesos menos para la comida, pagar el agua y la luz. Todo eso se va acumulando y te das cuenta que somos una sociedad en construcción.
- ¿Qué crees que hace falta cambiar en la Constitución?
Lo básico es eliminar el Estado Subsidiario, porque nos limita. Hay una frase de Gladys Marín que apela a que el Estado gire en el centro de las personas y su bienestar. Creo lo mismo.
La idea de economía que tiene el país debe cambiar y en vez de surgir individualmente debe favorecer a su gente con una mejor salud, pensiones y educación. Es decir, ver las cosas como una inversión en las personas que habitan este país.
- ¿Cuáles son tus propuestas para incluir la mirada joven en la nueva constitución?
En primer lugar, la educación: una que sea gratuita y de calidad. También están los derechos reproductivos, la educación sexual integral y la salud. Eso en términos amplios.
De igual modo, el reconocimiento de la niñez, la juventud y sus derechos, porque en la constitución no está y se presta para vulneraciones como las del Sename. El Estado no se hace cargo y no tienes nada que respalde a la niñez. Es importante que estén representados en la Constitución.
