Nuestra historia está llena de hechos fascinantes que avivan el alma de quienes siempre buscan ir más allá y explorar recónditos pasajes de nuestra existencia. El origen de las palabras, por ejemplo, ha sido por años un tema de estudio para muchos y muchas, sobre todo, en una tierra como la nuestra que posee mucha identidad cultura.
De acuerdo con Caupolicán Montaldo, un profesor señala que Maipo debe ser la derivación españolizada de maico (mai, bueno; eo, agua) o sea agua buena. Es aceptable esta traducción, pero Monseñor Pedro Armengol Valenzuela comenta en su obra “Glosario Etimológico”:
“Maipo, volcán, río y departamento de la provincia de O’Higgins, de maipun, romper, arar la tierra; españolizado de maipún se le acentuó en conformidad a la prosodia española”.
Otro dato que nos da el investigador citado, es que el cacique Maiponolipillán fue uno de los que se rebelaron contra don Pedro de Valdivia a poco de la fundación de Santiago.
Este cacique habría sido uno de los primitivos señores de estas tierras, y su nombre sería tomado del río, el cual tenía su nominativo desde mucho antes de la llegada de los conquistadores, que aceptaron el nombre original de Maipo, y siguieron con él en sus informaciones, actas y documentos públicos, confirmándolo de esta manera.
Maiponolipillán es un nombre que incluye la palabra “pillán», que significa “entidad espiritual”, como asimismo incluye la idea de hacer un surco profundo en la tierra, con lo cual se alude a la canalización del río Maipo para el regadío de las extensas chacras de la región de Puente Alto y demás zonas ribereñas. A este lonco se le atribuye, pues, la excavación del primer tramo del así llamado Canal del Maipo, el cual después O’Higgins continuó hasta unirlo con el río Mapocho.
Fuente: Revista Dedal de Oro / Itinerario Maipino.