Muchos vecinos se preguntan por qué la estación del Metro lleva su nombre, así que conversamos con el historiador Edisón Carreño para despejar dudas y conocer más de esta mujer que lleva en su homenaje el nombre de la estación de la L4 del Metro.
Esta mujer de familia terrateniente y aristocrática forma parte del árbol genealógico de Mateo de Toro y Zambrano. Aunque Elisa era perteneciente a una familia de alta alcurnia, durante esa época la sociedad machista se encargaba de mantener a la mujer en segundo plano y en sombra pese a sus riquezas, descendencias y propiedades.
Al alcanzar la madurez, Elisa se casó con el distinguido político Don Salvador Sanfuentes Andonegui Ministro de Hacienda de Industria y Obras Públicas y de Interior, durante el gobierno de José Manuel Balmaceda. También hermano de Juan Luis Sanfuentes Andonaegui, Presidente de la República en el periodo 1915 a 1920 y fue junto a su marido que llegó a Puente Alto.
Dueña del Fundo “Los Quillayes”
Junto a su marido eran dueños del fundo “Los Quillayes”, extensa propiedad que pertenecía al territorio municipal de Puente Alto. El bautizo de la calle con su nombre, parte en que sus descendientes honraron con su nombre esa calle en los terrenos que pertenecían a su extensa propiedad, costumbre muy común en las familias de esa clase social.
¿Por qué la estación lleva su nombre?
En cuanto al bautizo de la estación del metro con su nombre, en primera instancia el nombre que se había elegido era Estación ” Los Toros”, fundo de Don Rafael Correa donde se realizó la primera reunión de vecinos para crear el municipio de Puente Alto, esta se efectuó en la casa del fundo, que se ubicaba, donde actualmente está la estación de servicio Copec. “A mi parecer se decidió por bautizar con su nombre la estación, por desconocimiento histórico, por la cercanía con la avenida que lleva su nombre, tiene la particularidad de ser el límite y dividir de una acera a otra, norte y sur, la comuna de la Florida y la de Puente Alto”.
Ahora al pasar por esta reconocida estación te darás cuenta de la importancia de la misma y su valor agregado que data de los años mil ochocientos. No dejemos que una desigualdad de opinión repercuta en nuestros bienestar y patrimonios. Cuidemos cada uno de ellos, porque también son nuestros.