La ex candidata presidencial, Beatriz Sánchez, fue una de las ciudadanas que inscribió su candidatura a la convención constituyente junto a otras reconocidas figuras del mundo político y la televisión. De esta forma, la periodista busca un espacio para redactar la nueva Constitución en representación de Puente Alto, Pirque, San José de Maipo y La Pintana.
En entrevista con Portal Puente Alto, la candidata de Apruebo Dignidad destaca los principios que buscará sean parte de la Nueva Constitución. Señala que lo más importante, es que el poder y la riqueza que hoy están concentrados en pocas manos, se reparta.
“Una constitución que nos cuide”
- ¿Qué la motivó a ser candidata a constituyente?
Desde que ingresé al mundo de la política lo hice con la idea de generar cambios que nuestro país necesita para lograr avanzar en diversas áreas como la económica y la social, entre muchas otras. Pienso que el camino para lograr estas transformaciones está en la redacción de una nueva Constitución democrática, que nos cuide a todos, y que defina las reglas del juego para los próximos 30 años.
- ¿Por qué el distrito 12?
Este distrito representa bien la dura lucha que deben dar muchas familias chilenas, día a día, para intentar vivir dignamente en un país con altos costos y desigualdades. Tengo a mucha gente querida en este distrito: en La Florida y Puente Alto vive parte de mi familia y me motiva representar sus esperanzas, al igual que las de los habitantes de San José de Maipo, Pirque y La Pintana, por un país mejor, con mayor igualdad de oportunidades para todas y todos, y menos abusos.
- Justamente, luchar contra los abusos es un tema clave para usted…
Así es. Actualmente en Chile el poder del dinero y de la toma de decisiones están muy concentrados, lo que se traduce en desigualdades y abusos que mantienen a las personas en un estado de angustia y frustración, lo que se reflejó en el pasado Estallido Social. Ejemplos de esto hay muchos: cuando nos enfermamos y hay personas que tienen que esperar años por atención y otras que no; cuando la justicia encarcela a habitantes de ciertas comunas, pero a otros los manda a “clases de ética”; cuando no es posible acceder a viviendas dignas o se vive con pensiones de miseria. Es clave poner límite al poder de unos pocos para repartirlo y lograr mayor igualdad. Por eso se vuelve necesario garantizar en la Constitución un nuevo equilibrio del poder, con participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, formas de control a las autoridades electas y Defensorías Populares.
- ¿En qué consiste el término de una “Constitución que nos cuide”?
Consiste en redactar una Constitución que vele por el cuidado de todas y todos, para lo cual es necesario pasar del actual Estado subsidiario a uno social y democrático, que asuma el deber fundamental de realizar los derechos sociales como derechos de igualdad ciudadana, y que se funde en un compromiso con los derechos humanos.
Donde la salud sea un derecho garantizado, para todas y todos igual. Donde se pueda poner fin al sistema de AFPes para crear un verdadero sistema de pensiones. Donde exista el derecho al cuidado de niñas y niños, de enfermos o de personas con discapacidad, y que hoy asumimos exclusivamente y de forma privada las mujeres.
Cambios urgentes
- ¿Qué mejoras son necesarias en salud?
Hoy sólo quienes tienen dinero acceden a una atención de salud oportuna. Por eso, se requiere de un cambio urgente al tratarse de un derecho social que debe ser asegurado como tal en la nueva Constitución. El Estado debe asumir la organización y mantención de un sistema nacional de salud, universal y gratuito, financiado por cotizaciones que no pueden ser destinadas a compañías privadas.
También es importante que la nueva Constitución asegure el derecho tanto a la salud física y mental, desde las áreas preventiva, curativa y de rehabilitación; y que los recursos públicos garanticen condiciones de salud (ambientales, sociales y económicas) para una vida digna.
- ¿Cuál es su propuesta en vivienda?
Todas y todos los habitantes del país deben tener asegurado su derecho de vivir en una vivienda digna, con acceso a servicios básicos (incluyendo la conectividad digital) e integrada al barrio, a la ciudad y a su territorio. Este derecho debe cubrir las condiciones para habitarla, la privacidad, su integración sostenible, tenencia segura e identidad. El derecho a la vivienda exige también permitir al Estado desarrollar políticas de manejo de suelos, como un gestor inmobiliario. También una política de control del mercado de suelo, que esté condicionada a las necesidades colectivas, para evitar la especulación, la segregación y la carencia de terrenos disponibles.
- ¿De qué manera debería abordarse el manejo y uso del agua?
El agua debe ser constitucionalmente caracterizada como un bien nacional de uso público, un derecho humano y un derecho social garantizado por el Estado, que debe ser gestionado de acuerdo con las comunidades para dar sustento a las cuencas ecológicas e impedir su sobreexplotación por el Estado u otros agentes. Se debe priorizar el consumo humano y ecológico por sobre el uso industrial a gran escala, asegurando su calidad, saneamiento, acceso y resguardando los caudales ecológicos mínimos.
Atendiendo a realidades como la crisis climática es crucial garantizar el derecho a vivir en un medioambiente sano y ecológicamente equilibrado.
- ¿Por qué es importante votar el próximo 11 de abril?
Se trata de la primera vez que vamos a escribir una Constitución de manera democrática, con paridad (o sea mitad mujeres, mitad hombres) y con escaños reservados solo para representantes de pueblos indígenas. Y podemos lograr, por primera vez, lo que ya tienen muchos países: una Constitución que “esté de nuestro lado”; que ponga otras reglas, unas de más justicia, de más igualdad y de más cuidado.